El Banco de Desarrollo del Ecuador B.P. (BDE) reconoce la importancia de emprender acciones frente al cambio climático, una problemática que impacta tanto en las actividades económicas y productivas como en el equilibrio de los ecosistemas a nivel mundial. Dentro de este parámetro, la Banca de Desarrollo funge un papel prioritario para promover y financiar proyectos que apuntalen a la adaptación y mitigación frente al cambio climático. Este trabajo permite impulsar acciones sustentables, responsables y amigables con el medio ambiente, considerando el aporte intergeneracional y la transversalidad de Género.
Como documentos normativos, el BDE aprobó el Plan de Trabajo 2018-2021 mediante la Resolución Nro.2018-DIR-023, del 06 de junio de 2018. En este Plan de Acción se contemplan 13 pilares de gestión, entre los que se destacan el acceso a nuevas fuentes de financiamiento y un giro hacia la sostenibilidad ambiental.
Proyecto de recuperación, mantenimiento y mejoramiento de la microcuenca San Pedro Mártir. En Paltas, provincia de Loja.
Proyecto Mula Corral. Ambato – Tungurahua.
Proyecto de recuperación, mantenimiento y mejoramiento de la microcuenca San Pedro Mártir. En Paltas, provincia de Loja.
Adicionalmente, el segundo objetivo del Plan Estratégico 2019-2021 expresa justamente la necesidad de ampliar la cartera de productos y programas promoviendo la participación del sector privado en el desarrollo territorial, así como en la adaptación y mitigación del cambio climático.
El BDE actualmente está en construcción de dos políticas fundamentales: su Política Ambiental y Social y su Política de Género, con apoyo de organismos multilaterales, con quienes se realizan las acciones pertinentes para su construcción.
En lo relacionado a Financiamiento Climático, el BDE se ha planteado como meta prioritaria acreditarse como agencia implementadora para el Fondo Verde para el Clima (FVC), intención que ha formalizado ante el Ministerio del Ambiente y Agua (MAAE), que es la autoridad nacional determinada frente al FVC. El MAAE ha apoyado al BDE para identificar su potencial institucional y las brechas a ser trabajadas para cumplir la meta de ser agencia acreditada ante el FVC y poder captar financiamiento climático que pueda ser canalizado hacia territorio.
El BDE mantiene canales activos de coordinación con distintas instancias del MAAE, coordinando temas de calidad ambiental, cambio climático, etc. Adicionalmente, el Banco trabaja estrechamente con la Cooperación Técnica Alemana (GTZ), bajo un Convenio de Cooperación Interinstitucional. El objeto de este convenio es desarrollar, de manera conjunta, proyectos de cooperación en la generación de productos y programas financieros, la construcción de capacidades y el fortalecimiento institucional en materia de cambio climático y desarrollo sostenible en contextos urbanos.
La proyección del BDE como Banca Verde requiere una homologación de sus procesos y normativas a parámetros internacionalmente solicitados para la captación de fondos climáticos por parte de los financistas. Es por ello que se está trabajando con algunos organismos internacionales ( BID, CAF; GIZ; etc.) para levantar metodologías, generar Indicadores de resultado e impacto, entre otros. Por otro lado, y no menos importante, el BDE ha priorizado la actualización de su Sistema de Gestión Ambiental y Social – BDE, vigente desde el 2015, con el objetivo de proyectarse a un Sistema de Análisis de Riesgos Ambientales y Sociales (SARAS) más completo, sistemático, dinámico y operativo.
Es importante recalcar que el BDE, en sintonía con la activación productiva y económica necesaria en territorio debido al impacto que la Pandemia por COVID – 19, ha contribuído de manera integral en distintas áreas, (salud, economía, finanzas, productivo, etc.). La institución está emprendiendo acciones “Green Recovery”; es decir, trabajando en la conformación de iniciativas y la identificación de financiamiento climático que promueva una recuperación verde, fomentando la generación de empleo mediante el financiamiento de proyectos en sectores más golpeados por la pandemia.
Proyecto de Lago Agrio concursante del Premio Verde, una iniciativa del BDE que busca premiar las mejores prácticas ambientales de los GAD.